martes, 5 de mayo de 2009


Cuando Internet actúa como canal de distribución para medios tradicionales, se convierte en una réplica digital de su original. Con el transcurso del tiempo se ha ido ganando experiencia sobre cómo manejar este medio, cómo hacerlo más interactivo y cómo diferenciarlo del original. Pero hay situaciones que conspiran contra un desarrollo auténtico de los medios digitales: la falta de recursos económicos es amenaza para su supervivencia y la carencia de recursos humanos calificados a veces impide sacar el mejor provecho de las redes.

Cada medio tiene una limitación frente a lo digital: en el caso de la prensa es difícil reemplazar el soporte material por uno virtual; la radio debe reconvertir sus sistemas productivos de manera que pueda incorporar el concepto de la imagen, además de desarrollar software que permita bajar mejor y más rápido sus mensajes; y la TV, refuerzan o promueven las programaciones tradicionales.

El espacio ilimitado de Internet permite contar con un mayor volumen de información que suele ser poco confiable y volátil. La función de distribución que ejerce Internet con los medios tradicionales, tenderá a ser transitoria en la medida que se superen las limitaciones de manejo de las redes. Esto no significaque desaparezca.

Cuando Internet opera como distribuidor de otros medios (radio, prensa y TV), experimenta las presiones que según James Curran (1998), se establecen en la relación sociedad-medios de arriba hacia abajo. Entre ellas destacan las restricciones de la estructura empresarial de los medios tradicionales: en la entrada al mercado, debido a que los medios ya establecidos impiden o dificultan la aparición otros nuevos que implican competencia; aumenta el corporativismo en la propiedad de los medios por cuanto son reflejo de una realidad existente en los formatos tradicionales; y se fortalece la concentración de los medios de difusión en pocas manos. Esto puede verse de manera clara en la red: las grandes cadenas de medios tradicionales son las que hasta ahora tienen posibilidades de permanecer en ellas.

Curran agrega que los medios promueven el individualismo más que una lógica colectiva; que los sistemas de pensamiento representados en los medios están influidos por los de los grupos dominantes; y que las elites al tener un acceso privilegiado al Estado, se colocan en una posición ventajosa para ejercer su influencia en los medios. Las grandes cadenas de telecomunicaciones y de medios, poco a poco están trasladando esta lógica al movimiento de las redes. A pesar de nuevos recursos de expresión todavía tendemos a reproducir las presiones de las cuales son objeto los medios de comunicación tradicionales, dudando de las voces emergentes y sus construcciones de la realidad. Internet experimenta ahora, entre otros, dos peligros acerca de los cuales es necesario estar advertidos: un creciente proceso de privatización y el traslado a su ámbito de las presiones que históricamente se han ejercido sobre los sistemas mediáticos tradicionales.


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